Aunque puede que no seamos conscientes de ello, todos, casi a diario, pasamos por la experiencia de Yossarian, el héroe de la novela de Joseph Heller "Catch 22" de 1961, que está en constante desesperación porque cada vez que alcanza el número de vuelos que, según las normas, se supone que le permiten volver a casa, el coronel aumenta retroactivamente el número de vuelos necesarios para mantenerlo en servicio activo.
Casi todos nosotros entramos en sitios web y recibimos servicios a través de internet y, al hacerlo, confirmamos habitualmente las "Condiciones de uso", haciéndolo inadvertidamente y sin pensarlo dos veces (y en la mayoría de los casos, sin siquiera leerlas). Sin embargo, ¿qué ocurre si, después de aprobar esas condiciones, el sitio las actualiza o modifica de manera que tengan un efecto material sobre nosotros y el servicio que recibimos? ¿Quizá también hemos pulsado un botón para dar nuestro consentimiento previo a cualquier cambio futuro de las condiciones? ¿Se consideran estas "Condiciones de uso" contratos vinculantes en primer lugar? ¿Seguimos obligados por ellas incluso después de su actualización? ¿Tenemos motivos para reclamar contra el sitio si el cambio mencionado afecta al servicio que recibimos o a nuestro uso del sitio?
Esta cuestión se planteó recientemente en un caso de una empresa israelí contra Facebook. La empresa, que vende billetes de lotería, se encontró, a raíz de un cambio en las "Condiciones de uso" de Facebook, con que se le bloqueaba la publicidad en la plataforma de la red social debido a un cambio en la definición del término "juegos de azar" en las nuevas "Condiciones de uso".
Las condiciones de uso de un sitio web o de un servicio digital son un contrato vinculante a todos los efectos siempre que cumplan una serie de condiciones previas: las condiciones deben ser una oferta clara por parte del propietario del sitio web o del servicio, las condiciones deben ser claramente aceptadas por el usuario, ya sea mediante su aprobación activa o mediante una cláusula en las condiciones que establezca que el uso del sitio web constituye el consentimiento a las condiciones (oferta y aceptación), las condiciones deben ser estándar para que pueda suponerse que serán aceptadas por una persona razonable y deben incluir un intercambio de servicios a cambio de alguna contraprestación por parte del usuario. Pero, ¿qué ocurre cuando, después de que el usuario haya aceptado las "Condiciones de uso" y haya hecho una aceptación inicial de la oferta, el sitio web decide actualizar sus condiciones?
En principio, los tribunales de Israel y de todo el mundo reconocen desde hace tiempo la capacidad y el derecho de cualquier empresario que preste un servicio u opere con arreglo a "Condiciones de uso" firmadas o acordadas digitalmente, a actualizarlas periódicamente sin menoscabo de su validez o aplicabilidad a los clientes existentes, y ello, entre otras cosas, para permitirles mantener el cumplimiento de la legislación cambiante o las actualizaciones tecnológicas. Sin embargo, esta validez y aplicabilidad continuas no son absolutas ni evidentes.
Por lo tanto, las "Condiciones de uso" deben incluir de antemano cláusulas que permitan a los propietarios del sitio web realizar los cambios y su aplicabilidad en el caso mencionado. Las cláusulas que indiquen que los propietarios del sitio web pueden actualizarlas en cualquier momento y que es responsabilidad del usuario mantenerse al día de dichos cambios pueden ayudar en caso de que se cuestione la validez de la actualización, pero también en este caso los tribunales aplicarán probablemente normas de razonabilidad. Exigir al usuario que reconfirme las condiciones de uso (por ejemplo, a través de una ventana emergente en la que se le pida que dé su consentimiento) puede ayudar a evitar futuras reclamaciones.
También es importante recordar que dicha actualización no se aplicará ni se considerará válida si es extrema o inusual de manera que perjudique o cambie sustancialmente la naturaleza del servicio al que se adhirió el usuario o sus derechos. Por ejemplo, en casos que litigaron en EE.UU., una modificación que incluía una adición o cambio inusual en el precio del servicio, o la adición de cláusulas en las que el usuario expresa su renuncia a la capacidad de demandar al proveedor del servicio, que se hicieron unilateralmente, se consideraron irrazonables e inválidas porque el proveedor del servicio nunca informó al usuario de los cambios mencionados. Por ello, es importante recurrir a profesionales en la materia, tanto para formular correctamente las "Condiciones de Uso" con antelación, otorgando al empresario la capacidad de realizar los cambios legalmente, como para realizar cualquier modificación o actualización futura de las mismas en tiempo y forma que permita su aplicabilidad a todos los usuarios.