Derecho a rescindir un contrato de agencia en virtud de la legislación israelí

¿Puede un distribuidor rescindir un contrato de agencia aunque el agente no lo haya incumplido? ¿Tiene derecho el agente a una compensación por la inversión realizada durante mucho tiempo en el establecimiento de la agencia?
Un contrato de agencia es un contrato entre un distribuidor y un intermediario (ya sea un contrato exclusivo o no exclusivo) según el cual el distribuidor es quien compra los productos al fabricante (de forma similar, un contrato de agencia puede celebrarse directamente entre el fabricante y el agente) y asume el riesgo de comprar los productos. El agente actúa para concluir acuerdos con los clientes, que se firman directamente entre los clientes y el distribuidor o el fabricante (a través de la mediación del agente, y a veces el agente está incluso autorizado a ejecutar los acuerdos y a vincular al fabricante o al distribuidor) y el papel del agente se limita a actuar como intermediario. Aunque la correcta formulación del acuerdo garantizará que el riesgo asociado a la importación de productos (en el caso de un acuerdo distribuidor-agente) o a la producción (en el caso de un acuerdo fabricante-agente) no afecte al agente, un agente adecuado invertirá considerables recursos en la promoción de los productos. La redacción de contratos de agencia, especialmente a nivel internacional, requiere la amplia experiencia de un abogado especializado en este campo debido a lo delicado de muchas cuestiones - una de ellas es la duración del contrato y el derecho a rescindirlo por cualquiera de las partes.
En el caso del Tribunal "Haim Levy", una sentencia exhaustiva del Honorable Juez Winograd del Tribunal de Distrito de Jerusalén, se trataba del caso de una agencia de vehículos de Israel que fue rescindida por el distribuidor. La agencia actuó durante décadas sin acuerdo alguno hasta que se celebró un contrato de agencia y se fijó un plazo definido de 10 años. Al final de este periodo se iniciaron negociaciones para renovar el acuerdo, pero en algún momento de las negociaciones el distribuidor lo rescindió. El agente alegó que el distribuidor no tenía derecho a rescindir el acuerdo porque la intención de las partes era que el acuerdo no estuviera limitado en el tiempo.
El Tribunal reiteró la jurisprudencia según la cual un contrato de agencia que no tenga una duración determinada puede ser rescindido unilateralmente por cualquiera de las partes, siempre que medie un preaviso razonable. El carácter razonable del preaviso exigido se examinará en función de las circunstancias. Esta presunción puede contradecirse probando que el contrato de agencia establece casos específicos que son los únicos en los que puede rescindirse el contrato, y también en este caso es necesaria una redacción cuidadosa del contrato por parte de un abogado especializado en la materia.
En caso de rescisión de un contrato de agencia, el agente sólo tiene derecho a una indemnización por un periodo de preaviso que le permita disfrutar de los frutos de su inversión. La duración del plazo de preaviso depende de las circunstancias, que hace unos años quedaron ancladas en la legislación israelí en virtud de la Ley del Contrato de Agencia (Agente Comercial y Proveedor), de 2012, que establecía plazos mínimos de preaviso. La jurisprudencia enseña que, a menos que el agente pueda demostrar que el producto se identifica con él y no con el fabricante, el agente no tiene derechos sobre la reputación del producto y, por lo tanto, no tiene derecho a una indemnización por el fondo de comercio construido para el fabricante en el mercado.
Como abogado que ejerce desde hace muchos años en el ámbito de los contratos internacionales de agencia, me gustaría aclarar que, especialmente en un contrato internacional (pero también en un contrato que sólo se aplique en Israel), a la hora de celebrar un contrato de agencia es vital averiguar la legislación que se aplicará a la agencia y qué conjunto de normas se aplican en el país de destino, normas que pueden aplicarse incluso cuando el contrato intente establecer lo contrario (a veces, como ocurre en Israel, algunas leyes se aplicarán a pesar del lenguaje del contrato). También es vital garantizar un mecanismo adecuado y apropiado para la resolución de conflictos, que en muchos casos puede incluso ayudar a evitar tales conflictos en primer lugar. Una redacción adecuada garantizará los derechos de ambas partes y la seguridad jurídica, y evitará conflictos innecesarios en el futuro.