El uso de las redes sociales para la promoción empresarial es tan común que resulta difícil imaginar un negocio de éxito sin presencia en las redes. Sin embargo, muchos propietarios de negocios asumen que las normas que se aplican a la gestión de un negocio en el espacio real, no se aplican en el espacio virtual y se exponen a consecuencias legales, que pueden tener un impacto significativo en la viabilidad del negocio y sus activos digitales en el futuro. Entre otras:
Condiciones de uso y normas de la plataforma - Al utilizar una página de empresa, asegúrese de que el contenido cumple las condiciones de uso y las normas de la comunidad para evitar sanciones de la plataforma que pueden ir desde la desactivación temporal o permanente de la página de empresa (perdiendo un importante recurso empresarial) y, en casos extremos, incluso multas.
Derechos de autor - Copiar o utilizar una imagen o publicación de una página de empresa se considera casi automáticamente una actividad comercial con ánimo de lucro que requiere permiso. La Directiva de la UE de 2019 sobre derechos de autor y derechos afines, que entró en vigor en junio de 2021, establece la responsabilidad de las redes sociales por los contenidos distribuidos en ellas que violen los derechos de autor y probablemente dará lugar a una aplicación interna.
Difamación - Las redes sociales son un foro público que permite a los empresarios publicar información, pero muchos de ellos no tienen en cuenta que publicar información ofensiva sobre un competidor, e incluso proporcionar una plataforma para que los clientes lo hagan, puede exponerles a demandas. El Tribunal Supremo israelí ya ha dictaminado que incluso un acto aparentemente inocente, como marcar Me gusta o Compartir en un post abusivo, puede constituir difamación e incluso un gestor de grupo puede ser considerado responsable.
Derecho laboral - Muchos empresarios confían la creación y el funcionamiento de las páginas de redes sociales a un empleado concreto, pero no regulan con él la cuestión de la propiedad de los activos digitales de la empresa y su supervisión. Así, los empleadores pueden encontrarse sin la capacidad de gestionar los activos digitales después de que el empleado se marche (por ejemplo, despido del empleado que luego se niega a revelar las contraseñas de las cuentas), sin la propiedad de los activos digitales (cuando un empleado reclama derechos sobre ellos), o expuestos a demandas por acciones realizadas sin el conocimiento del empleador.
Spam - La prohibición de enviar mensajes comerciales sin consentimiento explícito puede aplicarse también a la comunicación en las redes sociales y exigir el consentimiento para distribuir mensajes de marketing en ellas.
Ley de protección del consumidor - La ley en Israel, así como en otras jurisdicciones, prohíbe la publicidad encubierta y engañar al consumidor. Aunque en el pasado los tribunales se cuidaban de aplicar la prohibición de la publicidad encubierta en las redes sociales, en los últimos años se ha observado una tendencia creciente a aplicar a los operadores de activos digitales, incluidos diversos "influenciadores de la red", la obligación de revelar los acuerdos financieros en los que se basan sus recomendaciones. Las empresas que hayan pagado por reseñas positivas pueden verse obligadas a pagar un alto precio, tanto en términos de multas como de daños a su reputación. Por lo tanto, el propietario de una empresa debe relacionarse con las personas influyentes de una manera ética que cumpla los requisitos de la ley y reduzca la exposición legal.
Naturalmente, se trata de una lista muy parcial de cuestiones que deben tenerse en cuenta al utilizar las redes sociales y es muy importante contar regularmente con el acompañamiento de un bufete de abogados que tenga un profundo conocimiento del campo y que pueda garantizar el mantenimiento de los derechos de la empresa y evitar una responsabilidad jurídica innecesaria.