Una persona otorga un poder notarial duradero en el que deja constancia de que, si enferma y no puede gestionar sus asuntos, una de sus hijas podrá hacerlo por él. Tras ser declarado incapaz y activarse el poder notarial duradero, ¿puede otra hija exigir que se revoque el poder alegando que su hermana gasta el dinero del padre o se comporta de manera inapropiada?
La Ley israelí de capacidad jurídica y tutela permite a una persona prepararse para el día en que ya no sea capaz de tomar decisiones con conocimiento de causa y preparar de antemano un "poder duradero" en el que decidirá y determinará de antemano quién será su apoderado, designando a una persona de su confianza para que "se ponga en su lugar" y tome decisiones por él cuando un médico especialista decida que ya no está en condiciones de tomar decisiones de forma independiente. La razón de ello es permitir a la persona dejar instrucciones o directrices que ayuden a su apoderado a cumplir los deseos de la persona en el momento en que ésta ya no pueda expresar su opinión o tomar decisiones que le beneficien. Sin embargo, la vida enseña que a veces hay un desfase entre la voluntad de una persona y la realidad. Por ejemplo, una persona que designó a uno de sus hijos para que actuara como apoderado y cree que dicho hijo actuará en el mejor interés de esa persona puede descubrir que el poder confiado al hijo se utiliza indebidamente o, alternativamente, da lugar a un grave conflicto entre sus hijos hasta el punto de requerir la intervención del Tribunal y el nombramiento de un tutor para sus asuntos aunque sea totalmente contrario a su intención original.
Por ejemplo, en un caso juzgado en noviembre de 2022, el Tribunal de Familia de Safed se vio obligado a intervenir y anular un poder duradero después de que el otorgante se opusiera a las acciones emprendidas por su esposa como "apoderada". En ese caso, la familia seguía dividida debido al conflicto y después de que el Tribunal considerara la naturaleza de la familia cercana y extensa y las diversas opciones, prefirió los intereses del otorgante y nombró a una parte externa como tutor durante un período limitado. En otro caso, juzgado en junio de 2022, un Tribunal de Jerusalén sostuvo que debe nombrarse un tutor externo, a pesar de la existencia del poder duradero. En ese caso, el "apoderado" no funcionó correctamente, de modo que provocó numerosos conflictos entre él y los demás miembros de la familia, que se quejaron de la utilización indebida de los fondos del otorgante para sus necesidades privadas y de hacer firmar al otorgante diversos documentos, así como de impedirle reunirse con los demás miembros de la familia.
Más allá del hecho de que la redacción negligente de un poder notarial duradero puede resultar lesiva para la libre voluntad del otorgante, en un momento en el que le resultará difícil oponerse o expresar su opinión, un poder notarial duradero genérico redactado sin tener en cuenta las circunstancias del otorgante, también puede dar lugar a "accidentes legales" y causar daños irreversibles al delicado entramado familiar. Aunque el futuro es imprevisible y es imposible evitar absolutamente las situaciones inesperadas, se recomienda tratar de minimizar ciertos escenarios poniéndose en contacto con un abogado experimentado, que revisará las necesidades del otorgante, así como el entorno familiar y social, y sólo entonces ayudará a redactar el poder duradero de forma adaptada a las necesidades del cliente, anticipándose a los posibles escenarios y preparándose para ellos de antemano. En algunos casos, se recomienda contar con un examen médico reciente que confirme que el otorgante es legalmente capaz en el momento de ejecutar el poder. Además, merece la pena y es recomendable preparar a los "apoderados" de antemano para el cargo que pueden recibir, preparación que incluirá la adecuación a las expectativas y que también puede evitar disfunciones en el futuro en caso de que surja la necesidad de ejercer el poder duradero.