"Eso es lo que obtuve de la estación de policía. No entiendo árabe, y agoté sus derechos tanto como pude en ese momento, tanto como abogado defensor como policía que hablaba árabe. Eso es lo que sucedió en ese momento. Por cierto, me gustaría testificar que soy muy cuidadoso con mis preguntas. Cada pregunta que hago, me ocupo de ella". (pág. 91, párrafos 27-29).
El testigo dijo que al día siguiente estaba con el acusado en el Tribunal de Primera Instancia de Petah Tikva para que se prorrogara su detención. Añadió que el acusado no fue examinado por un equipo médico porque no le mencionó que había resultado herido en el accidente (págs. 90, 14-27).
A/32 declaró que hablaba árabe como lengua materna y tradujo su primer interrogatorio para el acusado, aunque no registró las palabras del acusado en árabe.
A/33 testificó que hablaba árabe y tradujo su segundo interrogatorio para el acusado, pero no documentó el interrogatorio.
Durante su interrogatorio ante mí, el acusado declaró :
P: ¿Cómo se sintió durante sus interrogatorios?
- Me hacían preguntas, pero yo no sabía qué me había pasado y cómo me había pasado todo" (p. 150, párrs. 27-28).
El acusado declaró que dijo la verdad a la policía, firmó un formulario de notificación de sus derechos, que también estaba escrito en árabe, y declaró: "Firmé mis palabras" (pág. 151, párrs. 19-33).
El acusado confirmó que durante los interrogatorios era intérprete y que la conducta era normal:
"Tradujo todo lo que dije por mí y también tradujo todo lo que el interrogador me pidió" (p. 152 P. 18, p. 152 Q. 15-16 y P. 154 Q. 23-24).
El acusado confirmó que entiende un poco de hebreo: "Yo soy solo palabras que se repiten, esas palabras que se repiten" (pp. 154, 25-28 y p. 155, s. 1).
El acusado me confirmó que había hablado con los pasajeros en hebreo y se entendieron: "Le dije al guía que tal vez no pudiera volver a recogerte y llamar a Imad, ¿es eso todo lo que dije? (pág. 172, párrs. 1-3 y 20-28), por lo que sobre la cuestión de los cinturones de seguridad, "les dije antes de irme que se los pusieran a ellos", "Cuando subo al autobús les digo: ¿están todos allí? Ponte un cinturón y listo" (p. 176, 25-32).