"Y de alguna manera queríamos salvar las distancias. Hubo negociaciones entre el consultor y yo, me explicaron la historia, y de alguna manera hice una propuesta que él no aceptó, eso es un cierto porcentaje de la ejecución del proyecto. Luego se explicó a sí mismo en los documentos que el proyecto estaba en Netivei Israel, y que existía la lista de precios aceptada para Netivei Israel, y tenía un presupuesto... Me explicó que esa era la propuesta dentro del marco aceptado por Netivei Israel, y que eso era lo que se cerró con el alcalde en ese momento... De alguna manera llegué a una negociación con él, con un compromiso con el que podía vivir según el razonamiento y análisis que me dio, lo recuerdo, y se lo pasé al tesorero... Presenté la segunda propuesta al tesorero, y me dijo que me fuera, por mi parte, que le dejara ir a juicio mediante una sentencia, que era mejor para mí que firmar con él y ahora tengo un contable acompañante, y este es el camino a seguir."
- Por tanto, también me convencieron de que el proyecto Gilad Junction y la contraprestación que allí se pagó no debían ignorarse como una herramienta probatoria adicional, aunque pequeña, para determinar la cantidad que el demandado pagó al demandante en el proyecto de Shazar Junction.
Aunque este es otro proyecto cuya ejecución tampoco se llevó a cabo, no se puede ignorar que las propuestas de precios para ambos proyectos se presentaron en estrecha proximidad (Gilad Junction del 3 de abril de 2018 y Shazar Junction del 17 de mayo de 2018; Apéndices 1A y 1B a la reclamación), ambos realizados conforme a la tarifa de Netivei Israel (sección A, ibid.), ambos ascendían a la misma cantidad (ILS 500,000) y ambos son similares en la naturaleza del trabajo detallado en ellos.
- Según el demandado, no hay margen para hacer una comparación entre los distintos proyectos porque la estimación de la ejecución del proyecto en Gilad Junction fue de aproximadamente ILS 1,6 millones, en comparación con la estimación de la ejecución del proyecto en Shazar Junction, que superaba los ILS 4 millones.
Según el demandado, es costumbre pagar a los planificadores los honorarios según un porcentaje del coste de ejecución del proyecto, de modo que, según el demandado, deba pagar al demandante, como máximo, la suma de 56.407 NIS, que constituye el 3% del coste de ejecución del proyecto, que se suponía como se indicó, un total aproximado de 1,6 millones de ILS. Según el demandado, el rango aceptado respecto al salario del urbanista oscila entre el 3% y el 4% de la estimación de rendimiento del proyecto, como también se refleja en los testimonios del caso (véanse las palabras del abogado del demandado en p. 43, párrafos 16-18 y en p. 44, párrafos 12-17).