El fallecido no dependía de la ayuda del demandante, y las razones de ello son las siguientes:
En primer lugar , los demandados deben demostrar que la relación entre el demandante y el fallecido se basaba en la prestación de asistencia, en la medida en que se pueda decir que el fallecido dependía de la ayuda del demandante. Los demandados no demostraron que el fallecido dependiera de la ayuda del demandante.
Segundo , el fallecido era intelectualmente independiente, por lo que no existía impedimento por parte del fallecido para expresar su deseo y pedir ayuda a otras personas, como había hecho en la práctica.
Tercero, el fallecido también fue asistido por otras personas. Así, por ejemplo, una hoja de atención social (Apéndice 16 a la declaración jurada del demandante) indica que *** el proveedor de enfermería del Instituto Nacional de Seguros visitó al fallecido en el hospital y, según él, el fallecido le pidió ayuda para gestionar asuntos bancarios; La trabajadora social Mary Linder estuvo en contacto con el fallecido durante su hospitalización, y la impresión de la trabajadora social indica que el fallecido le dijo que pediría a su hermana que le ayudara a reclamar un seguro de cuidados a largo plazo de la compañía de seguros Harel and Dekla (p. 242 de los apéndices a la declaración jurada del demandante; informe fechado el 20 de enero de 2022); Según el testimonio del acusado 1, el fallecido le dijo que estaba en un negativo y le pidió que le ayudara a llamar para aclarar el estado de la cuenta (p. 124, líneas 27-28 del acta de la audiencia, 16 de marzo de 2025).
Cuarto, cuando un testador está en casa, su dependencia de la ayuda de un tercero aumenta naturalmente, en contraposición a una situación en la que el testador está hospitalizado, como en el caso en cuestión, en cuyo caso su dependencia de la ayuda de un tercero es menor, ciertamente dependencia física.
Quinto, las reclamaciones de los demandados sobre la toma de control del fallecido por parte del demandante no se probaron. El demandante retiró dinero de la cuenta del fallecido por un importe de 6.165 NIS para el pago del salario del notario y el del Dr. Feldinger por un importe aproximado de 4.000 NIS. El 20 de marzo de 2022, tres días antes de la muerte del fallecido, la demandante retiró la suma de 105.000 NIS (de las dos cuentas bancarias del fallecido), pero alegó que realizó el retiro en vista de la muerte esperada del fallecido, los numerosos gastos previstos tras el fallecimiento y el temor a que el banco bloqueara la posibilidad de usar la cuenta.