La plaga Covid-19 irrumpió en nuestras vidas hace unos dos años, barajando las cartas y obligando al mundo laboral global y local a adaptarse rápidamente a muchos cambios inmediatos en las formas de empleo y de gestión de los trabajadores. Sólo el tiempo dirá si la tormenta médica provocará también una avalancha en los Juzgados de lo Social.
La corporación empresarial es la institución económica más importante en la era de la globalización en la que vivimos y tiene un impacto directo en la economía mundial. A partir de la segunda mitad del siglo XX, el mundo ha experimentado una importante revolución en cuanto al florecimiento y potenciación de las corporaciones multinacionales. Mientras que el método más común de empleo en el pasado en Israel y en el mundo era la contratación de empleados por parte de pequeños empresarios, en los últimos años la tendencia se desplaza hacia las grandes corporaciones, algunas de ellas multinacionales, que emplean a 100 o más empleados. Aunque los cambios tecnológicos necesarios en el mercado laboral comenzaron antes, el Covid-19 provocó la aceleración de dichos cambios y la expansión de configuraciones de empleo no convencionales basadas en los avances tecnológicos que Internet ha abierto para el trabajo a distancia y el trabajo colaborativo para equipos que trabajan a distancia, algunos de los cuales (o todos, a veces) trabajan desde casa.
Incluso antes del estallido de los Covid-19, el mercado laboral israelí experimentó cambios significativos. Las profesiones "tradicionales" están desapareciendo y están siendo sustituidas por otras nuevas. Aunque estos cambios trajeron innovación y progreso, también crearon dificultades, como la imprecisión de los límites entre las horas de trabajo y el tiempo libre, y plantearon muchas preguntas sobre la revisión de las relaciones laborales y sus límites y las formas de afrontar esos cambios. El estallido del Covid-19 barajó las cartas y aceleró la exigencia de hacer cambios rápidos y prácticos, como celebrar reuniones por videollamada.
El mercado laboral mundial experimentó una importante revolución, con amplias implicaciones. La aceleración de los cambios que el Covid-19 impuso en el mercado laboral provocó cambios perceptivos en la forma de trabajar, como convertir el trabajo en un formato flexible o híbrido en muchos lugares de trabajo en una norma aceptada. En un intento de hacer frente a las dificultades planteadas por el Covid-19, como el cierre patronal y la prohibición de las reuniones, muchos empleados y empresarios se vieron obligados a trabajar desde casa, aunque no quisieran, lo que obliga a los empresarios a cambiar su percepción de la gestión, por ejemplo en la forma de supervisar y controlar a los empleados. También se plantean cuestiones sobre la forma de remunerar al empleado y las consecuencias de su disponibilidad para trabajar desde casa.
Trabajar desde casa también plantea muchas cuestiones, como la protección de la intimidad, ya que el espacio profesional y el privado también desdibujan los límites de la jornada laboral, la consideración de los días de enfermedad y la enfermedad de la familia, la posibilidad de despedir a los empleados cuando no es posible reunirse con ellos para una audiencia, etc. La nueva situación también crea inseguridad jurídica, ya que estas cuestiones aún no han llegado a una verdadera audiencia legal en los altos tribunales. Es importante actuar correctamente en virtud de estos cambios y garantizar una conducta adecuada, especialmente hoy en día, y proteger a los empleadores de las demandas a través de la asistencia jurídica continua por parte de abogados con años de experiencia y conocimientos en el campo, que ayudarán al empleador a gestionar debidamente a los empleados y evitar exposiciones legales.