A raíz de la prolongada inestabilidad geopolítica, la incertidumbre política interna y el aumento del sentimiento antiisraelí global, un número creciente de empresarios israelíes están optando por incorporar sus nuevas empresas en el extranjero, buscando estabilidad, un mayor acceso a los inversores internacionales y un aislamiento estratégico de la volatilidad regional. Si bien esta tendencia puede ofrecer ventajas comerciales significativas, también conlleva importantes implicaciones fiscales que los empresarios israelíes deben conocer. Sin una planificación adecuada, estas estructuras transfronterizas pueden exponer inadvertidamente a los fundadores a responsabilidades fiscales israelíes inesperadas y riesgos de cumplimiento. En este artículo, examinaremos la posible exposición fiscal asociada con la creación de un establecimiento permanente (EP) en Israel, particularmente en los casos en que los empresarios israelíes participan activamente en el desarrollo de la propiedad intelectual de la empresa desde dentro de Israel.
Es cada vez más común que los empresarios israelíes incorporen sus nuevas empresas como entidades extranjeras, con mayor frecuencia en los Estados Unidos, en las primeras etapas de la empresa. Esta estrategia suele estar impulsada por consideraciones comerciales, como un acceso más fácil al capital de riesgo, una infraestructura legal favorable y la alineación con los planes de expansión futuros. En muchos casos, los fundadores prevén trasladarse al extranjero en una etapa posterior, una vez que la empresa madure o comience a escalar sus operaciones. Sin embargo, durante la fase inicial de desarrollo, gran parte de la actividad principal, incluido el desarrollo de productos y la creación de P.I., sigue teniendo lugar en Israel. Esta desconexión entre la estructura legal y la actividad comercial real puede desencadenar inadvertidamente un establecimiento permanente (PE) en Israel, exponiendo a la empresa extranjera a los impuestos israelíes. Si no se aborda adecuadamente, este riesgo puede complicar significativamente las cosas en coyunturas críticas, como la recaudación de fondos o la ejecución de una salida, donde los inversores y los adquirentes examinan la exposición fiscal global de la empresa.
Cuando los empresarios israelíes permanecen en Israel y continúan liderando funciones clave como el desarrollo de productos, la investigación y el desarrollo y la toma de decisiones estratégicas, sus actividades pueden dar lugar a un establecimiento permanente (PE) de la empresa extranjera en Israel, incluso si la entidad está formalmente constituida en el extranjero. Según la legislación fiscal israelí, se puede activar un EP cuando hay un lugar fijo de negocios o cuando las funciones empresariales básicas se llevan a cabo localmente. Una vez que se establece un PE, la empresa extranjera debe asignar una parte adecuada de sus ingresos globales a Israel sobre la base de los principios de precios de transferencia. Esto significa que incluso en las primeras etapas, cuando la empresa puede estar operando con pérdidas sobre una base consolidada, aún debe presentar declaraciones de impuestos anuales en Israel y puede ser responsable del impuesto corporativo israelí sobre los ingresos atribuidos al EP israelí. Si no se reconoce y planifica esta exposición, se pueden producir importantes problemas de cumplimiento y responsabilidades inesperadas más adelante.
Es importante destacar que la existencia de un EP en Israel no es la única preocupación. Cuando los empresarios israelíes participan activamente en el desarrollo de la propiedad intelectual (PI) de la startup desde Israel, la Autoridad Tributaria israelí puede argumentar que la PI es al menos parcialmente, si no totalmente, propiedad del PE israelí. En tales casos, incluso si la propiedad legal de la propiedad intelectual está en manos de la empresa matriz extranjera, la sustancia económica de la creación de la propiedad intelectual puede atribuirse a Israel. Esto puede tener implicaciones de gran alcance: si la propiedad intelectual se licencia, se vende o se transfiere posteriormente como parte de un evento de salida, las autoridades fiscales israelíes pueden afirmar que una parte significativa (o incluso la totalidad) de los ingresos resultantes deben estar sujetos a impuestos israelíes. Esta posición puede dar lugar a obligaciones fiscales inesperadas y complicar la valoración y estructuración de futuras transacciones.
En un entorno cada vez más globalizado e incierto, estructurar tu startup en el extranjero puede parecer el camino lógico, pero los emprendedores israelíes deben reconocer que la incorporación legal es solo una pieza del rompecabezas. La ubicación de la actividad empresarial real, especialmente el desarrollo de la P.I., tiene consecuencias fiscales reales y potencialmente costosas. Las empresas en fase inicial pueden y deben tomar medidas proactivas, ya sea mediante resoluciones fiscales, precios de transferencia adecuados o planificación a largo plazo, para reducir la exposición y evitar sorpresas desagradables en fases posteriores. Consultar con asesores experimentados desde el principio puede marcar la diferencia entre una estructura limpia y escalable y un futuro enredado en disputas fiscales.
¿Tiene preguntas o se ha enfrentado a desafíos similares? Anat Shavit de STL estará encantada de ayudarle a usted y a su empresa con la planificación fiscal.