Además, se señaló que no hay duda de que el acusado recibió las sumas mencionadas en esta acusación y transfirió a cambio Bitcoins (que pertenecen a otro), pero según la defensa, esta no es una cantidad de "ingresos" que deba informarse a la Autoridad Tributaria.
También se señaló que el demandado presentó el informe anual de 2018 a la Autoridad Tributaria a tiempo, y que se espera que presente el informe anual de 2019 al final del año fiscal, como es habitual.
Se argumentó además que "en los momentos relevantes de la acusación, había una posición legal entre muchos expertos fiscales según la cual las diferencias de tipo de cambio de las monedas tradicionales están exentas de pagar impuestos, y esta era una posición legal legítima que el tribunal decidió de manera diferente en el nivel civil solo después del arresto del acusado, y esta norma no se puede aplicar retroactivamente y el acto puede definirse como criminal. Además, el demandado creía que las diferencias de cambio de las monedas virtuales son rentas de capital que, en la medida en que deben ser reportadas, deben hacerse en el marco de la presentación del informe anual. Cabe destacar que, en todo caso, la decisión sobre si se trata de capital o de rentas fructíferas es una decisión que sólo puede tomarse con carácter retroactivo, de acuerdo con los diversos criterios establecidos en la jurisprudencia, algunos de los cuales sólo pueden estudiarse después de que se aclare el alcance y la frecuencia de la actividad, por lo que se acostumbra a decidir... Solo al presentar el informe anual. Convertir la falta de declaración durante el año fiscal en un evento delictivo cuando es el primer año fiscal de una persona que se dedica a un campo financiero cuando aún no está claro si se trata de capital o ingresos fructíferos no es posible, e incluso constituye una aplicación selectiva extrema".
En relación con el cargo de lavado de dinero, el acusado negó la descripción del acusado de la conducta de la organización, por falta de conocimiento. Se señaló que el acusado nunca había escuchado el nombre de la organización antes de su arresto, y de hecho fue engañado por Buganim, quien le mintió presentándose como un corredor de Bitcoin que gana entre 500 y 1,000 NIS de sus clientes por transacción, y que estos clientes a veces lo "pican" y no pagan después de recibir los Bitcoins, todo para que el acusado no sepa sobre la afiliación de Buganim con Telegrass.