La palabra ‘avocado’ (que suena casi la mismo como ‘abogado’ en español) es la palabra hebreo para un aguacate. La palabra por un ‘bufé’ en hebreo suena casi la mismo como un ‘bufete.’ Entonces un bufete de abogados es una cosa que, si la pides en Israel, probablemente dará como resultado una generosa selección de platos elaborados con una de las frutas más queridas y extendidas en Israel. Un astuto latinoamericano businessman activo en Israel se dará cuenta rápidamente de los malentendidos. Un latinoamericano businessman inteligente entendería que no se trata solo de diferencias lingüísticas, sino también culturales y ciertamente en los contratos de distribución internacional o franquicia (En los que existen normas especiales), pero no solo en tales acuerdos, es vital trabajar con un abogado que entienda la cultura empresarial en ambos países y, por lo tanto, trabajaría en Israel solo con un bufete de abogados que se especialice en la interfaz comercial entre América Latina e Israel.
A primera vista, parece que la cultura israelí y la latinoamericana son muy similares, y los israelíes que crecieron a orillas del mar Mediterráneo con los sketches de los comediantes "Hagashsh Hajiver" (activos en Israel durante 37 años entre 1963 y 2000) probablemente recuerden la parodia "un historia de offside", que trata de un procedimiento judicial después de un violento partido de fútbol (y sí, los israelíes no saben jugar al fútbol, pero aman el juego no menos que los latinoamericanos), de donde surgieron una serie de expresiones de la jerga hebrea moderna, como "Me darás el respeto que merezco", "Mantendrás la boca cerrada o te abriré la cabeza", pero también "Indio mediterráneo" (o en la forma original completa: "¿Ves? ¡Incluso en la Corte, se comporta como un indio mediterráneo!").
Pero la cultura en general, y la cultura empresarial en particular, israelí y latino-americana, no son idénticas, y un hombre de negocios sudamericano, incluso con un inglés perfecto (y el mundo de los negocios israelí entiende bien el inglés) o dominio del idioma hebreo, descubrirá que no solo al negociar sino también al trabajar junto con israelíes (ya sea en América Latina o en Israel) es importante tener a su lado a alguien que (además de su bufete de abogados habitual) tenga un bufete de acompañantes israelí que se especialice en este tipo de negocios.
Un aspecto importante de la cultura y el idioma puede ser el nombre del producto. Por ejemplo en los países hispanohablantes, Mitsubishi denominó su famoso todoterreno "Pajero" como "Montero" debido al significado sexual de "Pajero" en español. Un ejemplo más sutil es la marca "Jif" de productos de limpieza para el hogar, propiedad de Unilever, que en muchos países (incluido Israel) se vende bajo el nombre "Cif". Una marca de solventes de limpieza llamada "Jif" no puede tener éxito en Israel, ya que las palabras "Jifa" y "Jif" en hebreo son coloquialmente sucio y asqueroso.
Las implicaciones jurídicas de las sutilezas del lenguaje también se pueden encontrar en casos que llegaron a los tribunales de Israel (cuando la Corte a veces interpreta la intención de las partes de manera diferente a lo que pretendían, especialmente cuando las partes hablan idiomas diferentes), como un acuerdo de agencia en español que supuestamente se firmó en Valencia, España (supuestamente, porque la parte israelí sostuvo que nunca había estado en Valencia y no entendió que el texto en la parte superior del acuerdo significaba que el acuerdo se firmó en Valencia) y en el que se afirmaba que los tribunales en Valencia tendría jurisdicción, pero el Tribunal Supremo israelí sostuvo que la redacción del acuerdo no creaba exclusividad para los Tribunales de Valencia y, por lo tanto, existe jurisdicción en Israel (a pesar de lo que probablemente pretendía la parte española). En otro caso que se examinó en el Tribunal Supremo de Israel varios años antes, también se hablaba de una cláusula de jurisdicción que el Tribunal no tuvo en cuenta: se trataba de un pagaré con una cláusula que otorgaba jurisdicción a los tribunales de la Ciudad de México y Nueva York, sin que ello implicara la denegación de la jurisdicción de otras jurisdicciones.
Un bufete de abogados con experiencia “israelí-latinoamerica” en negocios puede actuar como un mediador cultural asegurando que las estrategias comerciales se adapten adecuadamente al contexto local., pero también puede redactar adecuadamente los documentos para que se ajusten a la intención real de las partes. De esta manera, se minimizan los riesgos de malentendidos y se potencia la posibilidad de éxito en el mercado.
[4] CA 465/85 Eliseo Rando Villanueva v. Navron Ltd. (14 de abril de 1988) IsrSC 42(1) 705, La Corte Suprema actuando como Tribunal de Apelaciones Civiles, los Honorables Jueces (como se llamaban entonces) Menachem Alon, Aharon Barak y Avraham Khalifa - https://es.afiklaw.com/caselaw/17505
[5] CA 79/9 Samuel Vigiser Karpol v. Israel Horowitz (18 de octubre de 1979), La Corte Suprema actuando como Tribunal de Apelaciones Civiles, los Honorables Presidentes Yoel Sussman, Meir Shamgar y Aharon Barak - https://es.afiklaw.com/caselaw/17506